Como mantener musculo hasta viejito, hasta los 80s

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Estas entrenado en edad y te interesa no perder musculo, claro ya no podrás estar como cuando estabas mas joven, pero si te lo propones puedes estar mejor que los de la mayoría de tu edad, quédate y lee todo este articulo.

La sarcopenia es una condición caracterizada por la pérdida progresiva y generalizada de masa muscular y fuerza asociada al envejecimiento. Es común en personas mayores, aunque puede comenzar a desarrollarse a partir de los 40-50 años si no se toman medidas preventivas. La sarcopenia puede aumentar el riesgo de caídas, fracturas y dificultades en la movilidad, lo que afecta la calidad de vida.

Las principales causas de la sarcopenia incluyen:

  • Envejecimiento natural, que lleva a una disminución en la producción de proteínas musculares.
  • Sedentarismo, ya que la inactividad acelera la pérdida muscular.
  • Deficiencias nutricionales, como la falta de proteínas en la dieta.
  • Cambios hormonales y enfermedades crónicas.

Musculo órgano de la juventud

El concepto de que «el músculo es el órgano de la juventud» se refiere a la idea de que mantener una buena masa y función muscular es clave para conservar la vitalidad, la salud y la independencia a medida que envejecemos. Esto se debe a que el músculo tiene múltiples roles esenciales en el cuerpo:

  1. Metabolismo: El músculo es fundamental para mantener un metabolismo activo, ayudando a quemar calorías, regular el peso corporal y la composición corporal. Una mayor masa muscular se asocia con una mejor gestión del azúcar en sangre y una menor resistencia a la insulina, lo que previene el riesgo de diabetes tipo 2.
  2. Movilidad y fuerza: Mantener la masa muscular permite que las personas se mantengan físicamente activas, con buena movilidad y capacidad para realizar tareas diarias sin fatiga o riesgo de lesiones. La fuerza muscular es crucial para prevenir caídas, fracturas y la pérdida de independencia en la vejez.
  3. Prevención de enfermedades: La masa muscular adecuada está relacionada con la reducción de enfermedades crónicas como las cardiovasculares, la osteoporosis y la sarcopenia (pérdida muscular). Además, se ha comprobado que el músculo es un órgano endocrino que libera miocinas, sustancias que tienen efectos beneficiosos en diferentes órganos del cuerpo, incluidos el cerebro y el sistema inmunológico.
  4. Longevidad: Varios estudios han mostrado que las personas con mayor masa muscular y mejor estado físico en la vejez tienden a vivir más tiempo y con mejor calidad de vida.

por que es importante retrasar la sarcopenia?

Retrasar la sarcopenia es importante porque la pérdida de masa muscular y fuerza tiene efectos negativos significativos sobre la salud y calidad de vida, especialmente en la vejez. Aquí te detallo las razones clave por las que es crucial evitar o retrasar su aparición:

  1. Preservar la movilidad y la independencia: El músculo es esencial para el movimiento. A medida que la masa muscular disminuye, las actividades cotidianas como caminar, subir escaleras o levantarse de una silla se vuelven más difíciles. Retrasar la sarcopenia ayuda a las personas a mantenerse activas y autosuficientes por más tiempo.
  2. Reducción del riesgo de caídas y fracturas: La pérdida de fuerza muscular debilita el equilibrio y la coordinación, lo que aumenta el riesgo de caídas. Esto puede llevar a fracturas graves, como de cadera, que en personas mayores a menudo resultan en una pérdida significativa de calidad de vida e incluso aumento de la mortalidad.
  3. Mejorar el metabolismo y prevenir enfermedades: La masa muscular es clave para mantener un metabolismo saludable. La sarcopenia contribuye a la resistencia a la insulina, aumentando el riesgo de diabetes tipo 2, y puede agravar enfermedades metabólicas como la obesidad. Además, una buena masa muscular ayuda a prevenir enfermedades cardiovasculares y crónicas.
  4. Mayor longevidad y calidad de vida: Mantener los músculos fuertes se asocia con una mayor longevidad. Las personas con más masa muscular suelen vivir más años con menos enfermedades crónicas y mejor capacidad funcional.
  5. Impacto en la salud mental: El declive físico debido a la sarcopenia también puede afectar el bienestar psicológico, generando sentimientos de dependencia, aislamiento social y pérdida de autoestima. Mantener la masa muscular contribuye a un estado mental más positivo y a una vida social más activa.

la combinación de baja masa muscular y exceso de grasa empeora significativamente la salud general y se asocia con mayores riesgos de mortalidad, discapacidad y enfermedades crónicas. Mantener o recuperar la masa muscular mediante ejercicio y nutrición es crucial para mejorar la calidad de vida en personas con esta condición.

como evitar la sarcopenia?

Para revertir o prevenir la sarcopenia, es fundamental adoptar un enfoque integral que combine ejercicio, nutrición adecuada y, en algunos casos, suplementación. A continuación te detallo las estrategias más efectivas respaldadas por la ciencia para combatir la pérdida de masa muscular asociada con la sarcopenia:

1. Ejercicio de resistencia y fuerza

El ejercicio es el pilar fundamental para prevenir y revertir la sarcopenia. El tipo más efectivo es el entrenamiento de fuerza o resistencia, que estimula el crecimiento muscular y mejora la fuerza. Aquí te doy algunas recomendaciones:

  • Entrenamiento con pesas: Levantar pesas o hacer ejercicios de resistencia con bandas elásticas ayuda a aumentar la masa muscular. Lo ideal es realizar ejercicios multiarticulares que involucren grandes grupos musculares, como sentadillas, peso muerto, press de banca y dominadas.
  • Frecuencia: Realizar entrenamiento de fuerza al menos 2 a 4 veces por semana es crucial para obtener resultados. Trabajar todos los grupos musculares (piernas, brazos, espalda, etc.) de manera equilibrada es importante.
  • Progresión: Aumentar gradualmente la intensidad del entrenamiento (carga o repeticiones) es clave para seguir desafiando los músculos y estimular su crecimiento.

2. Nutrición adecuada

La dieta es igualmente esencial para revertir la sarcopenia, ya que la síntesis de proteínas musculares depende de un adecuado aporte de nutrientes:

  • Proteínas: Consumir suficiente proteína es crítico para la construcción y reparación muscular. Se recomienda una ingesta de 1.2 a 1.6 gramos de proteína por kilogramo de peso corporal al día. En tu caso, pesando 88 kg, podrías apuntar a consumir entre 105 y 140 gramos de proteína diarios. Las fuentes de proteínas incluyen carnes magras, huevos, pescado, lácteos, legumbres y suplementos como el suero de leche (whey protein).
  • Aminoácidos esenciales (leucina): Los aminoácidos esenciales, especialmente la leucina, juegan un papel importante en la síntesis de proteínas musculares. Los alimentos ricos en leucina incluyen productos lácteos, pollo, huevos y suplementos de aminoácidos.
  • Distribución de proteínas: Es importante repartir el consumo de proteínas de manera uniforme a lo largo del día, asegurando que cada comida contenga una cantidad suficiente (20-30 gramos) para maximizar la síntesis muscular.
  • Calorías suficientes: Para revertir la sarcopenia, es importante no estar en un déficit calórico extremo. Asegúrate de consumir suficiente energía para soportar el crecimiento muscular. Si el objetivo es reducir grasa corporal, un déficit moderado combinado con el entrenamiento de fuerza será más efectivo.

3. Suplementación

En algunos casos, los suplementos pueden ayudar a mejorar los resultados:

  • Creatina: Es uno de los suplementos más estudiados para el aumento de masa muscular. La creatina mejora el rendimiento en el entrenamiento de fuerza y contribuye al crecimiento muscular.
  • Vitamina D: La deficiencia de vitamina D está asociada con una menor fuerza muscular. Si tienes niveles bajos, la suplementación con vitamina D puede ser beneficiosa.
  • Omega-3: Los ácidos grasos omega-3 tienen propiedades antiinflamatorias y también pueden ayudar a mejorar la síntesis de proteínas musculares.
  • Proteína en polvo (whey o vegetal): Si no logras alcanzar tus requerimientos diarios de proteína a través de los alimentos, los suplementos de proteína pueden ser útiles para cubrir esas necesidades.

4. Mantener un estilo de vida activo

Además del entrenamiento de fuerza, es importante mantener un estilo de vida activo en general:

  • Actividad física regular: Mantente activo durante el día, realiza caminatas, sube escaleras y evita el sedentarismo. La actividad constante también estimula los músculos.
  • Ejercicios cardiovasculares moderados: Complementar el entrenamiento de fuerza con ejercicio aeróbico (como correr, caminar o nadar) puede mejorar la salud cardiovascular sin interferir en el crecimiento muscular, siempre que no se haga en exceso.

5. Evitar hábitos perjudiciales

Para maximizar los resultados y prevenir la pérdida muscular, es importante evitar factores que contribuyen a la sarcopenia:

  • Sedentarismo: El estilo de vida sedentario acelera la pérdida de masa muscular, por lo que es importante mantenerse en movimiento.
  • Exceso de alcohol: El consumo excesivo de alcohol puede interferir con la síntesis de proteínas musculares.
  • Fumar: Fumar está asociado con una disminución de la masa muscular y un mayor riesgo de enfermedades crónicas.

6. Control de enfermedades crónicas

Si existen enfermedades crónicas como diabetes o enfermedades cardíacas, es importante controlarlas adecuadamente, ya que estas condiciones pueden agravar la pérdida muscular. Trabajar junto con un médico o nutricionista puede ser útil para ajustar el tratamiento y la dieta.

puedo entrenar fuerza desde los 50 o 60 o 70 anos de edad ?

¡Sí, absolutamente! Es totalmente posible y altamente recomendable comenzar a entrenar fuerza a los 50, 60, 70 años o incluso más. De hecho, el entrenamiento de fuerza en edades avanzadas es uno de los métodos más efectivos para combatir la sarcopenia, mejorar la salud general, y mantener la independencia y funcionalidad. Aquí te explico por qué y cómo es beneficioso empezar o continuar entrenando fuerza a cualquier edad:

Consideraciones para comenzar el entrenamiento de fuerza a edades avanzadas:

Si decides empezar o retomar el entrenamiento de fuerza en tus 50, 60 o 70 años, hay algunas consideraciones importantes:

  1. Consulta con un médico: Siempre es buena idea consultar con tu médico antes de comenzar un programa de ejercicio, especialmente si tienes condiciones de salud preexistentes. Esto te permitirá saber si necesitas modificar ciertos ejercicios para proteger tus articulaciones o manejar cualquier enfermedad crónica.
  2. Entrenamiento progresivo: Es esencial empezar lentamente y aumentar la intensidad gradualmente. Comienza con pesos ligeros y ejercicios de resistencia corporal (como sentadillas o flexiones contra la pared), y aumenta la dificultad a medida que te sientas más fuerte.
  3. Enfócate en la técnica adecuada: La forma correcta es clave para evitar lesiones. Considera trabajar con un entrenador personal especializado en personas mayores, o seguir videos con buenas guías de forma.
  4. Frecuencia y descanso: Lo ideal es entrenar 2 a 4 veces por semana, dejando al menos 48 horas de descanso entre las sesiones de entrenamiento de fuerza para permitir la recuperación muscular.
  5. Ejercicios recomendados: Los ejercicios clave que deberías incluir en tu rutina, ya sea con pesas o con el propio peso corporal, son:
    • Sentadillas o sentadillas asistidas: Fortalecen las piernas y mejoran la movilidad.
    • Levantamiento de pesas o mancuernas ligeras: Para fortalecer brazos y hombros.
    • Peso muerto con una barra o mancuerna: Fortalece la espalda baja y las piernas.
    • Press de banca o flexiones contra la pared: Para el pecho y los brazos.
    • Ejercicios de core (abdomen): Como planchas modificadas o elevación de rodillas.

Ejemplos de éxito:

Numerosos estudios y casos de personas mayores que han comenzado a entrenar fuerza en sus 60, 70 o más años demuestran que es posible aumentar significativamente la masa muscular, mejorar la fuerza y la calidad de vida incluso si nunca antes han entrenado. Un ejemplo clásico es el caso de Ernestine Shepherd, quien comenzó a entrenar a los 56 años y se convirtió en una culturista competitiva.

como influyen las hormonas en el musculo?

Las hormonas juegan un papel crucial en el desarrollo, mantenimiento y reparación de los músculos. Actúan como mensajeros químicos que regulan una amplia gama de funciones en el cuerpo, incluyendo el crecimiento muscular, el metabolismo de las proteínas y la respuesta a los entrenamientos. A continuación te explico cómo influyen las principales hormonas en los músculos:

1. Testosterona

La testosterona es una de las hormonas más importantes para el crecimiento y mantenimiento del músculo esquelético, tanto en hombres como en mujeres, aunque los niveles son mucho más altos en los hombres. Sus efectos en el músculo son:

  • Aumenta la síntesis de proteínas: La testosterona estimula la producción de proteínas en las fibras musculares, lo que facilita el crecimiento muscular y la reparación después del ejercicio.
  • Inhibe la degradación muscular: Reduce la tasa de degradación de proteínas musculares, favoreciendo la retención de masa muscular.
  • Aumenta la fuerza y la masa muscular: Los niveles adecuados de testosterona ayudan a aumentar tanto la hipertrofia muscular (crecimiento de las fibras musculares) como la fuerza.
  • Estimula la producción de células satélite: Estas células son clave en la regeneración muscular y el crecimiento, especialmente tras un daño muscular causado por el ejercicio de resistencia.

Con el envejecimiento, los niveles de testosterona tienden a disminuir, lo que contribuye a la pérdida de masa muscular y fuerza, un proceso conocido como sarcopenia. El ejercicio de fuerza y ciertos hábitos de vida, como una dieta adecuada y buen descanso, pueden ayudar a mantener los niveles saludables de testosterona.

2. Hormona de crecimiento (GH)

La hormona de crecimiento es otra hormona clave para el crecimiento y reparación muscular. Producida en la glándula pituitaria, sus principales funciones incluyen:

  • Estimula la síntesis de proteínas: Al igual que la testosterona, la GH promueve la producción de proteínas necesarias para la regeneración y el crecimiento muscular.
  • Aumenta la utilización de grasas: La GH fomenta la movilización y el uso de grasas como fuente de energía, lo que puede ayudar a preservar el músculo mientras se quema grasa.
  • Reparación de tejidos: La GH es crucial para la regeneración de los tejidos después del daño muscular, especialmente tras el ejercicio intenso.

Los niveles de hormona de crecimiento también disminuyen con la edad, contribuyendo a la pérdida de masa muscular y al aumento de grasa corporal. El ejercicio intenso, especialmente el entrenamiento de resistencia, y el sueño profundo pueden estimular su liberación.

3. Insulina

La insulina es una hormona clave en la regulación del metabolismo, y aunque su principal función es controlar los niveles de glucosa en sangre, también tiene un papel importante en el crecimiento muscular:

  • Estimula la síntesis de proteínas: La insulina promueve el transporte de aminoácidos hacia las células musculares, facilitando la construcción de nuevas proteínas y el crecimiento muscular.
  • Inhibe la degradación muscular: La insulina tiene un efecto anticatabólico, es decir, previene la degradación de las proteínas musculares, especialmente en periodos de estrés físico o ayuno.
  • Ayuda a almacenar glucógeno: La insulina ayuda a almacenar glucógeno en los músculos, lo que es importante para el rendimiento en ejercicios de resistencia y fuerza.

Sin embargo, la resistencia a la insulina, común en personas con obesidad o diabetes tipo 2, puede tener efectos negativos sobre la masa muscular y el metabolismo en general. Mantener una sensibilidad adecuada a la insulina a través de una dieta equilibrada y ejercicio regular es fundamental para la salud muscular.

4. Cortisol

El cortisol es una hormona del estrés producida por las glándulas suprarrenales. Tiene efectos tanto positivos como negativos sobre los músculos, dependiendo de los niveles y la duración de su liberación:

  • Catabolismo muscular: El cortisol puede tener un efecto negativo sobre el músculo cuando se eleva de manera crónica, ya que aumenta la degradación de proteínas musculares y promueve la pérdida de masa muscular. Este es uno de los mecanismos de defensa del cuerpo durante el estrés prolongado o el ayuno.
  • Respuesta aguda al ejercicio: En el corto plazo, el cortisol tiene un papel útil al movilizar energía durante el ejercicio intenso, aumentando los niveles de glucosa y ácidos grasos en sangre. Sin embargo, el exceso de cortisol a largo plazo puede ser perjudicial.

Para mantener el cortisol bajo control, es importante manejar el estrés, dormir lo suficiente y evitar el sobreentrenamiento.

5. Estrógenos

Aunque los estrógenos se asocian principalmente con las mujeres, esta hormona también influye en los músculos de hombres y mujeres:

  • Protección contra la pérdida muscular: Los estrógenos tienen un efecto protector sobre el músculo esquelético, ayudando a mantener la masa muscular y la fuerza.
  • Función antioxidante: Los estrógenos pueden actuar como antioxidantes, protegiendo las células musculares del daño oxidativo causado por el ejercicio y el envejecimiento.

Durante la menopausia, la disminución de los niveles de estrógeno en las mujeres puede contribuir a la pérdida de masa muscular y a la acumulación de grasa, lo que aumenta la importancia del ejercicio de resistencia y la nutrición adecuada durante esta etapa.

6. Miocinas

Las miocinas son hormonas producidas por el propio tejido muscular durante el ejercicio. Estas hormonas tienen efectos tanto locales como sistémicos en el cuerpo y actúan como un puente entre el músculo y otros órganos:

  • Promueven el crecimiento muscular: Las miocinas, como la interleucina-6 (IL-6), ayudan a la regeneración del tejido muscular después del ejercicio y fomentan el crecimiento muscular.
  • Regulación metabólica: Algunas miocinas influyen en el metabolismo de las grasas y la glucosa, mejorando la salud metabólica general y reduciendo el riesgo de enfermedades como la diabetes tipo 2.

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